En sus caminatas por las afueras siempre pasaba por delante de aquella puerta enrejada. Tras ella, multitud de ramas y hojas secas cubriendo los escalones de piedra atestiguaban un largo abandono. El resto del paseo lo ocupaba imaginando historias que ella protagonizaba en el jardín y la casa que se adivinaban detrás de la verja.
Un día, el cartel de “Se
vende” desapareció. Todo se veía limpio, incluida su imaginación.
Collage de @raquelfatamorgana
83 #setentapalabras
© JM Jurado