Si les daban a elegir, a ella
le gustaban más las lisas, las planas. Él, en cambio, prefería claramente las
que presentaban ondulantes curvas. Pero ambos coincidían en dejarse tentar
fácilmente, no frenaban sus manos o sus bocas.
Después,
se deleitaban recogiendo con la punta de la lengua los trocitos de las patatas
fritas, lisas o curvas, que al otro se le quedaban prendidos en la comisura de
los labios.
35 #setentapalabras
© JM Jurado