-Yo las he visto muy unidas.
-Dicen que hasta vuelan juntas.
-¡Qué vergüenza! Creen que pueden hacer lo que quieran. Impresentables…
Las cotorras pasaban horas reprochando las vidas de los
demás, señalándolas con su pico, censurando su vuelo libre.
Así eran sus días en su mundo pequeño. Luego, verdes de
silenciosa envidia, volvían a su solitario y amargado nido.
30 #setentapalabras
© JM Jurado