Va quedando menos. Dentro de dos meses se iniciará lo ya iniciado, como en una especie de renacer, cuando el trabajo que ahora se está gestando por estas geografías se traslade hasta el otro lado del Océano Atlántico para empezar lo verdaderamente importante: aportar la ilusión suficiente a los chicos y chicas de Magdalena Contreras, en Ciudad de México, que participarán en el Proyecto INVOLVE.
Estoy convencido de que nuestro objetivo ha de ser ayudarles a tener fe en ellos mismos y convencerles de que les espera una oportunidad hacia la que han de empezar a caminar ahora atravesando la puerta que el proyecto va a abrirles, encontrando su espacio en un futuro que ya se les presenta cercano. Los chicos y chicas mexicanos con los que conviviremos durante quince días no lo han tenido, no lo tienen, fácil y están a punto de despedirse de la adolescencia. Nuestra presencia marcará el comienzo de algo mucho más importante: su formación continuada durante un año que les permita alcanzar un puesto de trabajo digno.
Y en esa búsqueda de la dignidad laboral y personal, los conocimientos que les trasladaremos, aunque sólo constituyan un sencillo arranque de lo que les espera, serán entregados en un marco en el que la empatía se unirá a la diversión y a la reflexión. Nada es incompatible y todo puede llegar a ser trascendental. Hasta allí llevaré, movido por mi irremediable vocación literaria, mi propuesta de dedicar un tiempo a conversar, a compartir ideas y experiencias acerca del amor y el dolor, con la voz poética de Octavio Paz y la mano creadora de Frida Khalo como elementos que nos guíen. Son sus artistas y han de estar orgullosos de ellos (si es que no lo están ya).
El tiempo continúa su marcha...
#INVOLVE
#voluntariosIberdrola
