13/2/22

Un euro


Desde hacía dos meses, el mendigo, sentado en el umbral de una casa abandonada, pedía limosna. Todos las mañanas, aquella señora pasaba delante de él y le daba un euro.

Un día, él se atrevió a decirle: 

—Necesito veinticinco euros. Son para medicinas. 


Ella se los dio. 


Veinticinco días después, la señora retomó su camino habitual. Volvió a pasar ante el indigente y a depositar un euro en su mano. 


99#setentapalabras
© JM Jurado