Ni ella era rubia con ojos
verdes, ni su piel lisa y perfecta, ni sus pechos exuberantes. Ni él era moreno
azabache con barba cerrada, ni medía un metro noventa, ni era musculoso.
Y
también supieron, inmediatamente, que compartían algo maravilloso: la fantasía.
45 #setentapalabras
© JM Jurado