Aún tuvo tiempo de acudir a
misa tras participar en la manifestación antiaborto. Al salir de la iglesia,
arropada en su grueso abrigo, entregó una limosna a la aviejada joven que, con
dos pequeños gemelos, ocupaba un rincón en las escaleras de entrada. Un rictus
intransigente acompañó a su acto de caridad.
-Esta juventud alocada… -murmuró.
La chica recogió la
moneda mientras se desprendía de una lágrima recordando aquella violación.
33 #setentapalabras
© JM Jurado