“Te extraño”. Lo dijo antes de colgar, con la derrota en la
voz y la mirada buscando el otro lado del suelo. La ausencia se mostró como un
calendario de tiempo fracasado, las caricias no dadas pesaron como lastre en el
naufragio de su piel.
“Te extraño y todo lo que necesito va contigo”, pensó. Quizá por eso se sentía vacío. Quizá por eso volvió a llamarla por sexta vez.
“Te extraño y todo lo que necesito va contigo”, pensó. Quizá por eso se sentía vacío. Quizá por eso volvió a llamarla por sexta vez.