sin su inconcebible silencio
a este lado de la ventana.
Sin ti, no hay semáforos en verde
Sin ti, no hay semáforos en verde
en los cruces de las avenidas
y las aceras de mi estrecho barrio
se inclinan para decirme
que subir o caer
viene a ser lo mismo.
Ahora, en las calles que un día perdí
Ahora, en las calles que un día perdí
y tú volviste a hacer mías,
ascienda o me precipite,
siempre doblo las esquinas
esperando encontrarte.
Mis sueños acobardados se apearon
Mis sueños acobardados se apearon
antes de llegar a nuestra estación.
Huyeron al lugar de las renuncias.
Se llevaron en la maleta
las sábanas sin estrenar
y las caricias guardadas
para dejarlas entre paréntesis
en los bancos de cemento.
He de volver a Madrid.
He de volver a Madrid.
Contigo.
Sólo así podré encontrar
lo que dejamos prendido
en la barandilla de aquel patio.
© JM Jurado
© JM Jurado