20/2/17

El encuentro


Ni ella era rubia con ojos verdes, ni su piel lisa y perfecta, ni sus pechos exuberantes. Ni él era moreno azabache con barba cerrada, ni medía un metro noventa, ni era musculoso.

Al verse por primera vez, tras meses de palabras, sólo palabras y nombres fingidos en la pantalla, supieron que ninguno de los dos era como dijeron ser.

Y también supieron, inmediatamente, que compartían algo maravilloso: la fantasía.

© JM Jurado