20/3/16

Como todos los días



Recogió la ropa lavada anoche, la planchó, preparó el desayuno de sus tres hijos, bañó al pequeño, los llevó en el coche al colegio, hizo la compra de vuelta, limpió la casa, arregló un grifo, gestionó -maldiciendo- la cuenta corriente, planificó los próximos gastos, tramitó el pago de recibos, puso la comida…

     Era casi mediodía cuando ella salió hacia la oficina de desempleo leyendo su cartilla del paro: “Sin experiencia”.

© JM Jurado