23/3/16

Como si tú lo inventaras


Nunca olvidaré los amaneceres en esa habitación sin ventanas, con el tímido sol escondido a tus pies, con la madrugada recogiéndose entre los pliegues de las sábanas y la luna menguante vaciando su brillo en las ondulaciones de la piel de tu cintura. 

   No hay memoria de esos días, pues la memoria es pasado y en mi presente aún permanece tu abrazo descuidado por el sueño, el calor entrelazado de tus piernas, tu olor a sexo como un aliento divino y un insomnio que me visita en estas noches en las que apareces convocada por el deseo que habita tras mis párpados. No hay olvido, tu vida vive en mí.

   Ya no existen los amaneceres sin ti, ni construir los días se hace posible sin el ejercicio de tus manos. Nadie podrá amarte como lo hace mi boca cuando te nombra y en las letras de tu nombre se resume la historia de la humanidad.

   Amor mío, te contemplo y espero el amanecer de tus ojos. Comienza el día como si tú lo inventaras. 

#7 cartas al amanecer
© JM Jurado