14/12/14

Los dedos



Las puntas de sus dedos dibujaron con perfección el perfil de sus labios. Con sus yemas supo recorrer, de manera infinitamente dulce, la verticalidad de su cuello, llegar a sus hombros, reconocer los pliegues de la piel que le hablaba y caminar sin pérdida por la curva de sus pechos al encuentro de su cima.

     Al fin y al cabo, ser un empedernido lector en Braille debía tener sus ventajas.

© JM Jurado