En la primera luz del amanecer se refugia el momento del abandono. La claridad nos muestra las marcas dejadas por madrugadas de ausencias o el descubrimiento de las huellas depositadas en la piel por la permanencia. Es el regreso a la persecución del deseo que se transformó en sueño. Al amanecer se perfila el contorno de lo que la noche ha escondido. Y las palabras buscan el sentido de la vida retomada.