A Ruth
Conversaban mientras
deshacían las maletas:
-No te creas todo lo que te
cuentan. Hay demasiado mito. En este trabajo hay muchos más momentos de soledad
que de fiesta -le
dijo la azafata experimentada a su nueva compañera.
Fue
en ese mismo instante cuando la comba, perfectamente enrollada, apareció al
fondo del equipaje.
-¿Haces deporte? -preguntó la novata.
-No, ninguno -respondió, mirando las
suaves, anatómicas y brillantes empuñaduras de la comba.