11/9/22

El marcapasos



La urgencia se produjo, como es habitual, de improviso. La médica ordenó el traslado al hospital y la mañana pacífica se transformó en horas de incertidumbres. Ingreso, diagnóstico, valoraciones y decisión final: había que implantar un marcapasos. 

Dos días después, ella y su marcapasos convivían armónicamente. Los demás, hechos a sus exigencias y reclamaciones constantes, tuvieron claro que, a sus años, los pasos de su vida sólo los marcaba ella. 


130 #setentapalabras

© JM Jurado