28/8/22

Bórrala



Le mandó una fotografía. El siguiente mensaje fue “Bórrala”. Pensó entonces que o podía no haberla enviado o que, si ella quisiera, la eliminaba rápidamente con un clic, haciendo efímera su contemplación. Pero no hizo nada. Él, tampoco la borró. 

Cuando, tiempo después, se vieron con la promesa de compartir insomnios, él comprobó que aquella imagen, remitida semanas antes, no se correspondía con la realidad. Ella era mucho más bella. 


126 #setentapalabras

© JM Jurado