13/10/14

Chat


Quitó el zumbido. Con cada vibración del teléfono, la señora sentada junto a él lo miraba de reojo, reprobando que no atendiera al conferenciante.

“Te extraño”. 

“Y yo a ti. Mucho”. 

“No dejo de pensarte. Te imagino...”. 

“Mi amor...”. 

      Apagó su móvil. Levantándose, se encaminó hacia la salida. Al pasar junto a la penúltima fila, una chica abandonó su asiento. Ambos se encontraron en el solitario pasillo comiéndose a besos.

© JM Jurado